lunes, 29 de noviembre de 2010

Tijeras y cartulina

El otro día al quitar la cartulina dorada que va entre 2 bloques de bombones, me dije que se podía hacer algo con eso, y me acordé de unos recortables preciosos que hacíamos de pequeños, por ejemplo en Navidad, en el cole hacíamos un árbol, con 2 cartulinas recortadas con la forma de abeto y uniéndolas con una ranura. También se hay libros específicos del tema como Magical Menagerie.
Así que me puse manos a la obra. Dibujé las siluetas, hice 2 bases con ranuras para apoyo y hice la "Gallina con pollitos y huevo de oro":



 Y con unas tapas de folletos antiguos e imprimiendo algunos dibujos de animales del mar,  hice "un trocito de mar" : )

Tengo alguna idea todavía para ampliar, ¿se os ocurre alguna?

viernes, 5 de noviembre de 2010

Pijama para el "nene"

Así se llama la muñeca de mi hija con la que paseamos, viajamos, dormimos... vivimos mucho por lo que el trajecito original estaba muy mal de tantísimo achuchón, arrastre y lavadora. Con la inestimable ayuda de la abuela de Talavera, que cose fenomenal, hicimos el pijama aprovechando un camisoncito de cuando era pequeña, aprovechando que aparecen dibujos que le gustan mucho.
Lo primero fue sacar un patrón aproximado y dijujarlo por el revés de la prenda, después sobrehilarla y ya pasarla por la máquina de coser. Aprovechamos para dejar la apertura de atrás al cuello con botón.
Es el primer pijama del nene, pero siguen otros puesto que la abuela ha seguido cosiendo... menudo armario tiene ;P

Calabacín al pesto con piruleta de quesito

Ayer innovamos en el primer plato de la cena, y nos encantó. Fué fácil y rápido.
Un calabacín (por persona) se hace tiras con ayuda de un pelador (quitando el principio y final), mientras se pone agua a hervir con sal.
Se hecha el calabacín y se deja poco tiempo, no puedo decir con exactitud porque tuve llamada de teléfono en medio, pero unos 3 minutos, ya que es muy fino y se hace rapidísimo. Seguramente con menos tiempo estará igual de bueno y con más supongo que quedaría muy cocido.
Luego le añadí una cucharadita (como de café) de salsa pesto. En vez de añadirle el queso y quitarle sabor al plato, lo puse aparte con un palito para cogerlo a modo de piruleta, y con un poco de ensalada del tomate de Barbastro que me regaló una amiga, fue todo un éxito.